El
Karate-do, al igual que el resto de las Artes Marciales, no es únicamente un
método de lucha. Posee una filosofía que otorga vital importancia a valores
como la educación, la cortesía, el respeto, la humildad,
la modestia, la honradez, el coraje y la necesidad de
cultivar un carácter noble que rechace la violencia.
“La
esencia del Karate yace en su progresión desde la técnica (jutsu) hacia el
camino (Michi), desde Karate-justu a Karate-do.” FUNAKOSHI
Gichin.
“Kanryo
Higaonna sostenía que el entrenamiento físico sin filosofía moral no era "to
te" (Karate).” NAGAMINE Shoshin.
“El Karate debe llevar el espíritu del Bushido
consigo. De otro modo, será utilizado para las peleas callejeras de mocosos y
degenerará en algo que ocasiona más daño que beneficio. Junto con el entrenamiento
de técnica y habilidad física, el entrenamiento espiritual es más importante
que cualquier otra cosa.” YOSHIKAWA Hideo.
“El Karate-do no consiste tan sólo en adquirir una
cierta destreza, sino también en dominar el arte de ser un miembro de la
sociedad bueno y honesto.” FUNAKOSHI
Gichin.
“Un
estudiante de Karate debe cultivar continuamente el espíritu de modestia y humildad
y nunca olvidar mantener y demostrar buenos modales al tratar con otras
personas. Del mismo modo debe tener el valor de enfrentarse incluso a una
multitud de decenas de miles de enemigos, si es por el bien de la justicia.” FUNAKOSHI Gichin
“Es natural asumir que el entrenamiento dedicado en Karate-do
requiere que uno deba entrenar tanto en los aspectos técnicos, como también en
los mentales y espirituales. Uno debe tener en mente el aspecto mental y
espiritual del entrenamiento en Karate-do [...] durante las acciones de la vida
diaria.
[...] Centrarse en el aspecto técnico del Karate-do resulta sólo en brutalidad y violencia, mientras que centrarse únicamente en los aspectos mentales y espirituales del Karate-do nos quita nuestra habilidad para defendernos cuando sea necesario.
Por lo tanto, aquellas personas que practican Karate-do
deben tener el objetivo de entrenar tanto sus mentes como sus cuerpos a través
de los aspectos mentales, espirituales y técnicos del Karate-do. Es a través de
este entrenamiento cuando el objetivo de la perfección del carácter puede ser
alcanzado.” SHIROMA Shinpan.
Código del Samurái
1. GI – Honradez
y Justicia. Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la Justicia,
pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico
samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y
justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
2. YU – Valor Heroico. Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
3. JIN –
Compasión. Mediante el entrenamiento intenso el samurái se convierte en rápido
y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser
usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier
oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
4. REI –
Cortesía. Los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan
demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta
muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe
respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de
tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente
en tiempos de apuros.
5. MEYO –
Honor. El Auténtico samurái solo tiene un juez de su propio honor, y es él
mismo. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de
quien eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo.
6. MAKOTO –
Sinceridad Absoluta. Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya
estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha
dicho que hará. No ha de “dar su palabra.” No ha de “prometer.” El simple hecho
de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y Hacer son la misma
acción.
7. CHUGO –
Deber y Lealtad. Para el samurái, haber hecho o dicho “algo”, significa que ese
“algo” le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le
sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para
aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Las palabras de
un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
Cuidado con el camino que sigues.